lunes, 28 de febrero de 2011

Una lágrima en el mar Cap 2

Escudriñé el hermoso rostro de aquel desconocido. La inmensidad del océano de sus ojos, los finos y preciosos labios que dejaban paso a unos perfectamente blancos dientes. Su cabello era similar a finos hilos de delicado e intenso oro. La blanquecina piel de aquel muchacho tenía toda la pinta de no haber sufrido nunca ni una dichosa imperfección. Todo en aquel angelical rostro desprendía un nivel tan alto de belleza que, sin duda alguna, podría ser fácilmente una estrella de cine.
-Hola – dijo el muchacho.
-Ho…hola – tartamudeé.
-Soy Alex – anunció.
-Beca – dije.
-Um… ¿Es alguna especie de diminutivo?
-Ajá – respondí, ya más calmada. – Mi nombre es Rebeca.
-Bueno, Rebeca. ¿Eres de Los Ángeles?
Negué con la cabeza.
-Entonces ¿Qué haces en un avión rumbo a California?
Enarqué una ceja.
-¿Acabas de conocerme y ya quieres saber acerca de mi vida? – pregunté, con cierta ironía.
-¿Qué tiene de malo? – Quiso saber mientras se recostaba contra el respaldo de su asiento.
Suspiré.
-Supongo que quiero empezar de cero.
-¿Una infancia difícil?
-¿Qué? ¡No! Todo lo contrario.
-¿Entonces? – en su cara se dibujó una mueca de confusión.
-Simplemente siento que no pertenezco aquí, así que probaré suerte en California – dije, sorprendiéndome a mí misma ante la actual situación. ¿Realmente le estaba contando todo eso a un desconocido? - ¿Y qué hay de ti?
-¿De mí?
-Sí, de ti. Supongo que tendrás alguna razón para viajar  desde Nueva York hasta Los Ángeles.
-Yo sólo estaba de vacaciones.
Cerró los ojos mientras sonreía en una señal de que la conversación había llegado a su fin.
No pude hacer más que devolverle la leve curva que se había dibujado en sus labios para regresar con la anterior tarea de observar a través del cristal de la ventana. Suspiré una vez más mientras me preparaba para enfrentarme a ocho interminables horas de viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario